
Si decidimos imaginar el mundo como una máquina, la realidad se presentará como una máquina
A diferencia del pensamiento renacentista conjuntivo, el pensamiento ilustrado (es decir, nuestro modo contemporáneo de ver y conocer) es esencialmente disyuntivo. El “ojo” o el intelecto está separado y desvinculado de los “objetos” que se examinan mecánicamente. El pensamiento mecanicista hizo muy poderosa a Europa occidental, pero llevado al extremo y remodelado como una ideología divisoria radical de la transformación humana, está llevando a Occidente al desastre. Por ejemplo, la “nueva sabiduría” procedente de Silicon Valley y Davos, surgida a raíz de la revolución cibernética de los años sesenta afirma que la tecnología “crece” con la vida, pero desligada de ella, como un “elan vital” sintético y determinista, sin tener en cuenta el pensamiento humano ni el libre albedrío. Es decir: la ciencia, en esta nueva visión, ya no está al servicio de la humanidad.