Nayib Bukele, presidente de El Salvador, vuelve a ser noticia por sus declaraciones que, para algunos son de sentido común, pero para la mayoría de los políticos y medios de comunicación son controversiales.
Tras un encuentro con el gabinete de seguridad en la Casa Presidencial, el mandatario señaló que «las organizaciones de derechos humanos y no gubernamentales (ONG) están más preocupadas por los derechos humanos de los delincuentes que por los de la “gente honrada”.
“Si bien nadie duda que los reos tienen derechos humanos, algo que no se ha hecho, que ningún procurador ha hecho antes, es haber defendido los derechos humanos de la gente honrada. Todo el enfoque de Derechos Humanos Internacional o de las ONG incluso, está enfocado en los derechos de los delincuentes. Pero por qué el enfoque está siempre en los derechos de los delincuentes y a nadie le importan los derechos de la gran mayoría de la gente honrada”, expresó Bukele.
Luego contextualizó que durante mucho tiempo en El Salvador se han vulnerado los derechos humanos de la población que no ha cometido delitos y que a ellos, poco o nada los escuchan.
“Llevamos 30 años viviendo en zozobra y nadie dijo nada. Pero de repente agarran a los que matan, a los que violan, y de repente hay que ver los derechos humanos de ellos”, resaltó el mandatario.
“Si eso no se hace, no estamos hablando es de derechos humanos, sino de derechos de los delincuentes. Ellos tienen derechos restringidos, por ejemplo no tienen derecho al voto, a la actividad económica, no tienen derecho a la libertad, porque cometieron un delito. Nuestra prioridad van a ser los derechos de la población honrada, porque son quienes no tienen derechos restringidos”, puntualizó el mandatario de El Salvador.
El pasado 3 de abril, el mandatario publicó una serie de tweets condenatorios hacia las organizaciones internacionales, a las que acusa de utilizar como “brazo armado” a las pandillas salvadoreñas.
En estas organizaciones están incluidas las ONG de defensa de los derechos humanos, la comunidad internacional, los partidos opositores, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y los periodistas de la Open Society (del especulador George Soros), entre otras.
Régimen de excepción y lucha contra las pandillas
Luego de un sangriento fin de semana en el que se registraron 87 homicidios, el gobierno salvadoreño decretó un régimen de excepción el domingo 27 de marzo, con el fin de frenar el «incremento desmedido» de las muertes atribuidas a las pandillas, entre ellas la temible Mara Salvatrucha (MS-13).
Luego, el órgano legislativo -a pedido de Bukele– lo siguió extendiendo y aún sigue en vigencia.
El régimen de excepción supone la suspensión de algunas garantías constitucionales y se puede aplicar «en casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia u otra calamidad general o de graves perturbaciones del orden público».
Asimismo, ha permitido a las autoridades detener personas sin orden judicial.
“Son más de 55.000 capturas de supuestos pandilleros. Esta guerra la estamos ganando y vamos a seguir día con día desplegando miles de policías y personal del ejército para seguir capturando a esos terroristas”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
Sin embargo, estas capturas bajo el régimen de excepción han sido cuestionadas por organismos humanitarios al no tener en cuenta los «derechos» de las personas.
“Los derechos humanos no están siendo correctamente garantizados y respetados y eso es un problema. El ejercicio autoritario del poder, sin tener en cuenta las mismas limitantes que pone la Constitución, es un problema para los derechos humanos”, dijo Gabriela Santos, directora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca).
Bukele -que se presentará a la reelección en 2024- ha defendido el estado de excepción como un instrumento clave de su plan de seguridad, frente a las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos que cuestionan los excesivos poderes que concede este régimen a las fuerzas de seguridad. Además, Bukele ha sido tildado -especialmente por EE.UU.- de tener «derivas autoritarias».
A pesar de las críticas internacionales y de la oposición, el pueblo salvadoreño parece estar a favor de las medidas implementadas por Bukele, según se ha reflejado en varias encuestas.
Fuentes:
Por Vision Times en español: Bukele cuestiona a ONGs: “Defienden los derechos de los delincuentes, no de la gente honrada”
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