Lobbies y multimillonarios financian los destrozos en museos de los activistas climáticos

La historia es vieja: un grupo de activistas al que nadie conoce se graba perpetrando una acción-protesta y al minuto las imágenes circulan por todas las televisiones del globo. Parece espontáneo y torpe, incluso cutre, pero no lo es. Detrás de estas acciones aparentemente sociales hay poderosos lobbies y gente multimillonaria inyectando cientos de miles de euros. Su objetivo: controlar la narrativa y hacer creer que la pulsión social está del lado de las causas ideológicas que financian, de las que obtienen enormes beneficios en forma de subvenciones y transferencia de patrimonio nacional a sus manos.

Neonazis, crímenes de guerra y el teatro llamado ‘Ucrania’

Quienes se preocupan realmente por los “crímenes de guerra” darán prioridad a los exámenes competentes de las pruebas físicas. Agitar una camisa ensangrentada es una gran injusticia para las víctimas de un verdadero crimen de guerra. Se merecen un impulso serio y temprano por la paz, seguido de una investigación concertada y de mirada sobria. Sin embargo, aquellos más preocupados por librar una guerra de propaganda se apresurarán a juzgar, antes de cualquier intento de examen creíble.
Además, los que encubren los crímenes de guerra mostrarán histeria ante cualquier cuestionamiento de su “narrativa”, impartiendo “justicia” inmediata en su justa furia, como en los linchamientos tradicionales.

Declaración Mundial del Clima: más de 1.000 científicos y académicos firman un documento declarando que no hay emergencia climática

Encabezados por un premio Nobel, más de 1.100 científicos y académicos han firmado un documento en el que declaran que la ciencia del clima se basa más en creencias personales y agendas políticas que en una ciencia sólida y rigurosa.
La Declaración Mundial del Clima afirma que la ciencia del clima “debería ser menos política, mientras que las políticas climáticas deberían ser más científicas”.
“Los científicos deberían abordar abiertamente las incertidumbres y exageraciones en sus predicciones sobre el calentamiento global, mientras que los políticos deberían contar desapasionadamente los costes reales así como los beneficios imaginados de sus medidas políticas”, reza la declaración.

No sólo nos mienten sobre las guerras. Nos mienten sobre todo

Estas construcciones artificiales ocupan una porción tan grande de nuestra psicología personal que la gente vivirá toda su vida completamente esclavizada a ellas, convirtiéndolas en su único objetivo. La propaganda no sólo consiste en fabricar el consentimiento para las guerras y las ridículas medidas gubernamentales que normalmente no aceptaríamos. Eso es lo que la mayoría de la gente piensa cuando oye esa palabra, pero hay mucho, mucho más que eso.