La religión climática

Contando con que la gran mayoría de los españoles (y otras nacionalidades) son tan maleables como el latón, era de esperar que nos la colaran con el cuento del clima.
Uno de los fenómenos más notables de la «pandemia» ha sido el apoyo ciego de la mayoría de la población a las medidas abusivas que impusieron los distintos gobiernos en cada uno de los diecisiete reinos de taifas que forman España. Los confinamientos, los cierres perimetrales, las prohibiciones absurdas y los recortes de libertades tuvieron un respaldo masivo. Gran parte de los ciudadanos acataron de forma acrítica todo tipo de estrategias sin importar que cada una fuera más tiránica que la anterior. Consiguieron que la gente dejara de salir de casa, se lavara las manos de forma compulsiva, se pusiera la mascarilla permanentemente y hasta se apartase de su propia familia. Fomentaron tal obsesión, que millones de ciudadanos asumieron normas inverosímiles a cualquier precio, incluso se olvidaron de sus derechos más fundamentales.
Asentaron un precedente tan envenenado, que todos los mecanismos perversos que se aplicaron durante la epidemia continúan dando su fruto en las políticas que el gobierno está adoptando para combatir la imaginaria crisis del clima.
Ya estamos viendo que este asunto no se está abordando de manera racional. No permiten el debate ni la confrontación de ideas. Es fácil silenciar al que discrepa de la versión oficial y no sigue los dogmas de la Agenda 2030.

El canal de noticias de la India Wion, destapa las técnicas de Pfizer para silenciar a los gobiernos y las condiciones contractuales sobre las vacunas contra el Covid-19: «esto es terrorismo de vacunas»

El programa de noticias Gravitas, del canal indio de televisión Wion, ha revelado la manera de proceder de la compañía farmacéutica Pfizer con los gobiernos y algunas de las cláusulas de los contratos sobre las vacunas contra el Covid-19.
«¿Qué sucede cuando un fabricante de vacunas empieza a hacer bullying? Los Gobiernos son silenciados, las provisiones son paralizadas, y las ganancias económicas son prioridad por delante de salvar vidas. No estoy describiendo una situación hipotética: estoy describiendo lo que Pfizer está haciendo.
La gigante farmacéutica americana está haciendo todo esto: intimida a los países, para que se sometan a sus exigencias. Sobre esto ya informamos el pasado mes de febrero, en este año. «Mientras países como India están vendiendo vacunas a países pobres, hay compañías como Pfizer que están intimidando a gobiernos. Pfizer tienen que ser compensada por el coste de cualquier demanda futura. Pfizer quería que Argentina pusiera (y escuchen esto) sus reservas bancarias, sus bases militares y sus edificios de embajadas relacionadas como garantías colaterales. Estas son las exigencias de Pfizer.