Lobbies y multimillonarios financian los destrozos en museos de los activistas climáticos

La historia es vieja: un grupo de activistas al que nadie conoce se graba perpetrando una acción-protesta y al minuto las imágenes circulan por todas las televisiones del globo. Parece espontáneo y torpe, incluso cutre, pero no lo es. Detrás de estas acciones aparentemente sociales hay poderosos lobbies y gente multimillonaria inyectando cientos de miles de euros. Su objetivo: controlar la narrativa y hacer creer que la pulsión social está del lado de las causas ideológicas que financian, de las que obtienen enormes beneficios en forma de subvenciones y transferencia de patrimonio nacional a sus manos.